
viernes, 21 de noviembre de 2008
jueves, 20 de noviembre de 2008
LOS ESTUDIANTES....
LOS ESTUDIANTES
Pasa la vida y yo no hago nada, pierdo el tiempo en clase y yo ni me inmuto. Tantas horas de estudio y concentración para después ser un simple transeúnte de mi ciudad o mi pueblo. Aguantando a los señores profesores que se creen dioses con nuestro futuro pendiente de su veredicto: aprobado o no aprobado. Ellos pueden hacernos ingenieros o drogadictos, barrenderas o ejecutivos, libres o esclavos.
Pasa la vida y yo no hago nada, mi vida se consume minuto a minuto, segundo a segundo, y yo no me inmuto. Pasan el día sentados en sillas diminutas: los estudiantes, copiando oraciones que rezan esos dioses divinos, con un bastón en la mano dispuestos a mandarnos al cielo o al infierno.
Pasa la vida y yo no me inmuto. Ellos mandan y nosotros obedecemos. Día tras día llegamos a los templos sagrados con manuscritos también sagrados, colgados sobre nuestras espaldas. Entramos a la sala de tortura, dispuestos un día más a salir ilesos.
Sin mediar palabra los sumos sacerdotes que gobiernan en el templo, entran a la sala de tortura con aires de superioridad se suben a su pequeño mundo, donde gobiernan a la plebe que los venera y obedece.
Sus torturas son variadas pero todas con el mismo fin, “acabar con nuestras mentes, llenándolas de datos vanos y vacíos que nuetralizan nuestro cerebro y nuestra vida.
Por esta sala no pasan ni uno ni dos sacerdotes, sino que llegan a pasar hasta seis divinidades, hombres o mujeres ellos mandan nosotros obedecemos. Ellos nos insultan y nosotros callamos.
Día a día ellos nos torturan en esa sala maldita que llaman aula, sus tronos y su altar son gobernados por ellos, mientras nosotros en un mundo inferior, cargamos con sus gruñidos y sus torturas. Estas son tales que impiden a nuestra mente expandirse. Sólo nos dejan una solución que encerrarnos dentro de nosotros mismos.
sábado, 15 de noviembre de 2008
sábado, 8 de noviembre de 2008
La manzana de Paris


La manzana en la mitología clásica y en el Antiguo Testamento, fuente de belleza y salud en uno, y fruto del árbol del conocimiento en otro. Son probadas sus propiedades beneficiosas sobre la salud, como potente antioxidante natural, reguladora del colesterol y como ayuda a mantener el intestino y el organismo en general en buenas condiciones... A comer manzanas...
Que sirva esta publicación para unir el mundo de la historia del arte y la naturalez (ambientales).